El proceso comienza con la selección de un
Terciopelo laminado de tela de poliéster para tapicería de sofá con estampado hecho de poliéster o una mezcla de poliéster y otras fibras. Esta tela base sirve como base para el proceso de quemado y laminación. El diseño quemado se crea aplicando un compuesto químico a la superficie de la tela de terciopelo en áreas específicas donde se desea lograr el patrón o diseño deseado. El compuesto químico utilizado para el quemado típicamente incluye una combinación de ácidos u otros agentes que disuelven o "queman" selectivamente el pelo de terciopelo en las áreas tratadas, dejando un patrón transparente o semitransparente. El diseño desgastado se puede personalizar para crear patrones, motivos o texturas intrincados en la tela de terciopelo, según la estética deseada.
Después de aplicar el diseño desgastado, la tela de terciopelo se somete a calor para fijar el compuesto químico y activar el proceso de combustión. El proceso de fijación por calor ayuda a garantizar que el diseño desgastado se transfiera efectivamente a la tela de terciopelo y que se logre el patrón deseado.
Una vez que se completa el diseño desgastado, la tela de terciopelo puede someterse a un proceso de laminación para mejorar sus características de rendimiento.
La laminación implica la aplicación de una fina capa de polímero o resina sobre la superficie de la tela de terciopelo mediante calor y presión. El proceso de laminación puede servir para múltiples propósitos, incluido aumentar la durabilidad de la tela, mejorar su resistencia a la abrasión y la decoloración y proporcionar una barrera protectora contra manchas y derrames. La laminación puede mejorar el brillo o brillo de la tela, dándole una apariencia elegante y pulida.